La doctora Montessori consideraba al niño como “una gran gracia externa que entra en la familia” y ejerce “una influencia formativa sobre el mundo del adulto” (Ibíd., pp. 7,9.)
La familia juega un rol fundamental en la experiencia del niño en la comunidad Montessori. Existen muchas oportunidades para que los padres se involucren y expresen sus inquietudes y experiencia sobre el desarrollo de sus hijos directamente con el guía Montessori.
Es de responsabilidad de los padres mantenerse informados acerca del progreso de sus niños, asistiendo a las reuniones, observaciones y actividades relacionadas.
El adulto tiene que colaborar con el niño para que éste haga las cosas por sí mismo, pues el niño no alcanzará la plena madurez intelectual o moral en tanto siga esperando que siempre le den una mano y no logre una independencia total.
María Montessori